Algunos dulces...otros amargos... pero todos hacen lo que soy Yo !

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Thursday, January 12, 2012

Pedazo #28 Ejercicio Macacoico #4 Escribir sobre la Nostalgia

Esta semana escribo sobre la nostalgia. Invoqué a los boleros, a sus cantantes, en especial a Sylvia Rexach. Este fragmento de cuento va dedicado a Hector Remigio Llanos Figueroa y Milagros Ramos Fred, mis padres. Aunque la historia no es de ellos,  sirvieron de inspiración.


Aniversario en loseta




El la tomó por su mano y la llevó directo a la pista. La guitarra les indicó el ritmo a moverse. Gustaban de bailar boleros  en una loseta.   Ella acercó su cabeza al pecho de él.  Sentir su latido por  más de cuarenta años eran motivos para  sonreír. Ramón y Marina revivieron su amor de juventud a media luz.  Ella fue el sweet heart de su escuela superior.  El pelo largo  azabache y su mirada picara lo habían cautivado. El noviazgo de cuatro años  les hizo conocerse bien para la decisión de casarse. Ambas familia se opusieron, pero su determinación pudo más.  La etapa de casados no fue la esperada eternal luna de miel; llegaron las responsabilidades  y la toma de decisiones.  En el proceso aprendieron de sus errores, aceptaron sus virtudes y defectos y optaron por madurar. La música sirvió de refugio y encuentros íntimos entre ambos. El mundo se podía quebrarse pero estar bailando los llevaba lejos



    Como pasa el tiempo ah- le dijo al oído Ramón- nos estamos poniendo viejos

    Ha llovido mucho Moncho… Además la nena tiene razón al decir que estoy más rica que nunca. Tu eres el que se pone viejo- le comenta Marina

    Viejo es el viento y todavía sopla- le guiñó

    Y como sopla el viejo- rió con picardía

    Tu no cambias mujer- la miró a los ojos – y espero que nunca lo hagas

    Hemos vivido bastante como para ponernos con esas pendejadas… eso déjalo a los hijos o a los nietos pero no a nosotros.

    No sé qué me haría sin ti vieja.- se le aguaron los ojos

    Seguir viviendo mi’jo- le respondió-  Tu siempre con la pata caliente, nunca estarías quieto.

    Pero no sería lo mismo. Sin ti y los muchachos…

    Lo sé- volvió a sonreírle mientras acariciaba  su rostro- ¡ Eres un hombre con suerte !



Terminada la canción cerraron  sus ojos mientras se besaban. Una lluvia de aplausos los interrumpió. Sus cuatro hijos lloraban de la emoción. Sus nietos gritaban emocionados.  Amistades de años seguían aplaudiendo. Ambos se agarraron las manos y frente a ellos afirmaron…  Todavía seguían  juntos.



Con los años que me quedan por  vivir… demostraré cuanto te quiero…


1 comment:

  1. Tano y Fica...mis abuelos... recuerdos del alma que nunca mueren...y unas lágrimas de nostalgia me señalan que nunca se han ido...

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